Hace más de 20 años, el actor Paul Newman tuvo una idea: ¿y si los niños gravemente enfermos tuvieran la oportunidad de volver a ser “sencillamente” niños? ¿De divertirse y nada más? Por eso organizó y creó un campamento para que los niños pudieran, según sus propias palabras, “montar un poco de follón”. Hoy, el legado de Paul Newman continúa funcionando a través de “Serious Fun Children’s Network”, una comunidad internacional, cada vez más grande, de campamentos para niños enfermos.
Diseñados para crear experiencias positivas y recreativas, los programas de la organización están desarrollados para reforzar la capacidad de lucha; para fortalecer la independencia y el crecimiento personal; y para ayudar a los niños a ir más allá de los límites de sus condiciones médicas.
Desde 1988, la idea y la “visión” de Paul Newman ha ido evolucionando para convertirse, de un solo campamento en Connecticut, a una comunidad global que llega a niños de más de 50 países en los cinco continentes.